Qué pasa cuando eso que parece tan fácil,
tan sencillo, tan cotidiano,
se convierte en el germen de todos tus miedos,
en el protagonista de todas tus pesadillas.
Vivir, dejarse llevar, abandonarse a la felicidad….
La vida está llena de actos cotidianos
como respirar, dormir, beber y comer..
Nadie se plantea la realización de dichos actos,
nadie se plantea la dificultad de respirar,
hasta que esta se hace patente.
Todos hemos vivido momentos de angustia
en los que nuestro cuerpo se negaba a respirar,
momentos en los que un nudo en el estómago nos bloquea
y nos impide realizar el acto más simple de nuestro cuerpo, RESPIRAR!
Esa misma sensación es la que siento
cuando me enfrento a aquello con lo que la gente incluso disfruta,
cuando me enfrento a la comida, al acto de comer.
Se que es difícil de entender,
que muchos no entienden cómo algo tan simple,
puede convertirse en una pesadilla.
No se la razón por la cual mi cuerpo se estremece
cuando piensa en ello,
no entiendo porqué mi mente me atormenta,
no entiendo porqué no me deja vivir…
Pienso que no es tan complicado,
que es algo que mi cuerpo tendría que reclamar, y no rechazar,
pero aún así, lo hace,
me obliga a aislarme, a torturarme,
a odiarme por el simple hecho de querer ser feliz,
de querer ser normal, poder tener un comportamiento normal,
de disfrutar de la vida,
y de todos los placeres que esta te brinda.
Lo intento, lo pienso, pero no lo consigo.
Siempre vuelve para torturarme, para obligarme a odiarme,
para quitarme lo que más quiero,
para anularme completamente.
No como, no duermo, solo siento su punzada,
que me impide incluso respirar, que me obliga incluso
a pedir clemencia,
a solicitar que todo acabe ya.
De que sirve vivir,
si te niega todo aquello que te hace disfrutar de la vida…
Te obliga incluso a odiarte, a rechazarte,
a no creer que te merezcas ni un solo rayo de luz
cuando estás dentro de una oscura tormenta.
Sí, puede que me haya ganado muchas batallas,
pero todavía no he perdido la guerra.
No me rindo, y por eso le grito
!Aquí estoy!
Quizá no sea lo suficientemente fuerte,
pero ahora se que no estoy sola,
que sí hay personas que me quieren,
personas a las que les importo,
y por ello tengo que intentar luchar contra ello,
demostrarles, y demostrarme que SÍ puedo SER FELIZ,
que SÍ tengo una VIDA, y sobre todo,
que SÍ tengo un FUTURO.
No está siendo fácil, y nunca lo será,
pero no se me podrá reprochar el no haberlo intentado.
Porque aquí estoy yo, y conseguiré que salga de mi vida.